ORACIÓN
DE LA
BEATA ISABEL DE LA TRINIDAD
¡Oh Dios mío, trinidad adorable, ayúdame a
olvidarme por entero para establecerme en ti!
¡Oh mi Cristo amado, crucificado por amor! Siento mi impotencia y
te pido que me revistas de ti mismo, que identifiques mi alma con todos lo
movimientos de tu alma; que me sustituyas, para que mi vida no sea más que una
irradiación de tu propia vida. Ven a mí como adorador, como reparador y como
salvador...
¡Oh fuego consumidor, Espíritu de amor! Ven a mí, para que se haga
en mi alma una como encarnación del Verbo; que yo sea para él una humanidad
sobreañadida en la que él renueve todo su misterio.
Y tú, ¡oh Padre!, inclínate sobre tu criatura; no veas en ella más
que a tu amado en el que has puesto todas tus complacencias.
¡Oh mis tres, mi todo, mi dicha, soledad infinita, inmensidad en
que me pierdo! Me entrego a vos como una presa; sepultaos en mi para que yo me
sepulte en vos, en espera de ir a contemplar en vuestra luz el abismo de
vuestras grandezas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario